¡De toda cosa buena, el pan es lo mejor! Así reza el dicho. El consumo del pan ha disminuido ligeramente en los últimos años, principalmente porque los sectores más acomodados han encontrado nuevos productos que cumple con sus necesidades en mejor forma que el pan.
Hoy en día los productores de pan están buscando darle un mayor valor agregado siguiendo las tendencias mundiales hacia productos sofisticados, bajos en calorías y uso de ingredientes naturales como el gofio o tritordeum. Así es como el negocio de las panaderías Canarias se están enfocando en nuevos planes de marketing sumando a sus puntos de venta lácteos, cecinas, pasteles y café, productos que en la actualidad le aportan en promedio un 25% de la facturación total.
Los diferentes tipos de panaderías que hay hoy en día en el mercado español y que se observa una evolución positiva por mejorar los procesos y competitividad entre ellos, se pueden clasificar en:
- Panaderías de reparto (pan empacado de larga duración).
- Panaderías de reparto fresco (productos sin embolsar que los entregan a domicilio).
- Panaderías de grandes superficies.
- Cadenas de panaderías con centros propios de producción.
- Panaderías de puntos de venta (producen y venden en el mismo punto de venta).
Las pequeñas y medianas empresas panaderas si ven con un poco de recelo a las grandes superficies que comienzan a despuntar en un fortalecimiento en sus ventas de productos panaderos, con producción propia o de terceros, que buscan aprovechar el alto flujo de clientes para tener un negocio de volumen. Y para poder competir con tal volumen de ventas las cadenas de panaderías y puntos de venta a pie de calle están diversificando sus negocios en búsqueda de opciones que perciben como rentables, migrando al concepto de cafetería, restaurante y tienda de víveres. Ésta migración en la mayoría de los casos resulta en una disminución de la calidad o la capacidad de producir una oferta variada y competitiva en el mercado.
El pan actualmente con tantos conceptos como que si engorda, o si no es bueno para la salud, o si solo comer un poco al día, va causando disminución de su consumo anual, por tal motivo algunos productores se han dado cuenta que deben buscar una mejor calidad y están volviendo al concepto del pan artesanal, percibiendo el consumidor una diferencia notable en el sabor y la calidad del producto.
Por otra parte, compradores especializados, más educados y exigentes (hoteles, restaurantes, empresas de catering) se están dando cuenta que es necesario tener en su carta panes diferenciados en calidad con un aporte funcional y artesanal.
A pesar que la oferta de productos de panaderías Canarias artesanales está aumentando, su calidad no llega a los estándares internacionales que debe tener un pan artesanal, el bajo nivel de conocimiento de la fuerza laboral limita la mejora y mantenimiento de la calidad de este tipo de productos, y para eso se necesita trabajar en conjunto con toda la industria promoviendo y respetando los procesos de producción del pan y que nos permitan mantener un lugar alto en el consumo mundial de pan.